Increibles portadas de videojuegos

Actualmente, cuando sale un videojuego ya lo sabemos todo de él, lo hemos visto en youtube, sabemos las horas que dura e incluso, si no tenemos cuidado, alguien nos chafa el final por las redes sociales.

Esto no siempre fue así y cuando yo era pequeño, la información que nos llegaba de los juegos era bastante escasa y como mucho a través de revistas que con 12 o 13 años igual no teníamos dinero ni para comprar.

Lo curioso de este asunto es que el juego que comprabas tenia una portada digna del mejor dibujante de cómics americano y luego, al poner el juego, veías a un personaje de 8×8 pixels que poco tenia que ver con aquella imagen, pero bueno, eran otros tiempos.

Hoy voy a hacer un repaso de algunas portadas que personalmente me parecen obras de arte, desde el maravilloso arte retro de Azpiri hasta las portadas actuales de los juegos de Nintendo Switch.

Personalmente a la portada de Monkey Island le tengo especial cariño, por ser uno de mis juegos preferidos desde la infancia y porque me parece sublime el diseño que podría estar perfectamente en la portada de la novela La isla del tesoro

Cada uno de estos diseños me parecen brutales, teniendo pura magia en Zelda: Breath of the Wild con ese impresionante horizonte y el dragón encima de la ciudad en la portada de Ni no Kuni II.

De algo que me he sorprendido al escribir este artículo es de haberme enterado de que Azpiri diseñó una portada de Dark Souls II, un genio al que quería dedicarle el final de este artículo.

Azpiri, un genio atemporal

Si hay un dibujante que es reconocido por sus increíbles portadas en videojuegos retro, ese, sin duda, es Alfonso Azpiri; sin desprestigiar a otros muchos artistas como Luis Royo, del que soy un fan acérrimo y que traeré a este blog, tarde o temprano.

Conocido por sus historietas y también por sus ilustraciones eróticas, que además, fueron protagonistas en el juego “La Colmena” de 1992.

Lo pudimos encontrar en numerosos eventos retro antes de 2017, año en el que nos abandonó por un infarto de corazón, provocado por un cáncer que padecía.